Soy Martín Králicek, fotógrafo y filmmaker.
Nací en Buenos Aires, Argentina, en 1988, y desde muy joven encontré en el arte una forma de expresarme. Durante más de una década, la música fue mi primer lenguaje: como baterista y percusionista, recorrí escenarios, grabé discos y trabajé junto a distintos proyectos musicales en Argentina y otros países.
Mi historia dio un giro cuando me mudé a Santiago de Chile y comencé un proceso de reinvención artística. Viví en La Paz, Bolivia, donde trabajé como community manager para artistas y grupos musicales, lo que me acercó al mundo de la comunicación visual. Sin embargo, fue en medio de la pandemia cuando todo cambió: decidí comprarme una pequeña pero poderosa GoPro, y a través de su lente descubrí una nueva forma de mirar y narrar el mundo.
En Montevideo, Uruguay, decidí dar un paso más y formarme de manera profesional. Estudié en la Escuela Uruguaya de Fotografía y Video (EUF), donde adquirí las bases técnicas y artísticas de la fotografía, mientras me especializaba en producciones audiovisuales.
Hoy desarrollo mi trabajo en tres grandes áreas:
CULTO – Mi productora audiovisual, donde junto a un equipo de profesionales creamos piezas fotográficas y de video para marcas que buscan transmitir identidad, emoción y calidad. Trabajamos con un enfoque artesanal y narrativo, cuidando cada detalle, desde la preproducción hasta la entrega final.

Bodas de Culto – Una propuesta exclusiva para parejas que quieren conservar el recuerdo de su boda en imágenes auténticas, cinematográficas y atemporales. Aquí unimos fotografía y video para contar historias reales, con la estética y el cuidado que merece un día único.

Trabajo freelance e internacional – Colaboro como filmmaker y fotógrafo para distintas marcas y empresas, y soy colaborador de contenido para iStock/Getty Images, Adobe Stock y Shutterstock, creando material para el mercado global de imágenes y video de stock.

Más allá de la cámara, mi trabajo es crear memorias visuales que trasciendan el momento en que fueron capturadas. Creo en la importancia de observar, escuchar y comprender antes de fotografiar o filmar. Cada proyecto es un nuevo desafío, y cada cliente, una historia que merece ser contada con autenticidad y excelencia.

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